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Vulvovaginitis

Contenido:

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Anatomía perineal femenina
Anatomía perineal femenina

Nombres alternativos    Volver al comienzo

Vaginitis; Inflamación vaginal; Inflamación de la vagina

Definición    Volver al comienzo

Es una inflamación o infección de la vulva y la vagina.

Causas, incidencia y factores de riesgo    Volver al comienzo

La vulvovaginitis puede afectar a las mujeres de cualquier edad y es muy común. Puede ser causada por bacterias, hongos levaduriformes, virus y otros parásitos; también puede ser producida por algunas enfermedades de transmisión sexual, así como por sustancias químicas variadas que se encuentran en baños de espumas, jabones y perfumes. Los factores ambientales, como una mala higiene y alergenos, también pueden causar esta afección.

La Candida albicans, que produce infecciones por hongos levaduriformes, es una de las causas más comunes de vulvovaginitis en mujeres de todas las edades. El uso de antibióticos puede conducir a infecciones por estos hongos, destruyendo las bacterias antimicóticas normales que habitan la vagina. Las infecciones por hongos levaduriformes por lo general producen prurito genital, un flujo vaginal blanco y espeso, y otros síntomas. Para mayor información, ver: infección vaginal por levaduras.

Otra causa de vulvovaginitis es la vaginosis bacteriana, una proliferación de cierto tipo de bacterias en la vagina. Esta afección puede provocar un flujo vaginal denso gris y un olor a pescado.

Otra causa común es una enfermedad de transmisión sexual denominada infección de vaginitis por Trichomonas, que produce prurito genital, olor vaginal y un flujo vaginal abundante que puede ser de color amarillo-verdoso o verde.

Los baños de espuma, los jabones, los anticonceptivos vaginales, los aerosoles femeninos y los perfumes pueden producir erupciones pruriginosas irritantes en la zona genital, mientras que la ropa apretada o no absorbente algunas veces causa urticaria.

El tejido irritado es más sensible a la infección que el tejido normal y muchos de los organismos que causan infecciones prosperan en los ambientes que son cálidos, húmedos y oscuros. Todos estos factores no sólo contribuyen a producir la vulvovaginitis, sino que a menudo prolongan el período de recuperación.

La falta de estrógeno en mujeres posmenopáusicas puede producir resequedad vaginal y adelgazamiento de la piel de la vulva y la vagina, lo que también puede exacerbar o producir prurito y ardor genital.

La vulvovaginitis inespecífica (donde no se puede identificar ninguna causa) se puede observar en todos los grupos de edades, pero se presenta con más frecuencia en niñas jóvenes antes de la pubertad. Una vez se inicia la pubertad, la vagina se hace más ácida, lo que ayuda a prevenir las infecciones.

La vulvovaginits inespecífica puede presentarse en niñas con una higiene genital deficiente y se caracteriza por una secreción maloliente de color marrón verdoso y por la irritación de la abertura de los labios y la vagina. Esta afección se asocia con frecuencia con la proliferación de un tipo de bacterias que se encuentra típicamente en las heces, las cuales se propagan en ocasiones desde el recto hasta la zona vaginal al limpiarse de atrás hacia adelante después de ir al baño.

Se debe considerar la posibilidad de que haya existido abuso sexual en aquellas niñas con infecciones inusuales o episodios recurrentes de vulvovaginitis inexplicable. La Neisseria gonorrheae, el microorganismo que causa la gonorrea, produce vulvovaginitis gonocócica en las niñas jóvenes. La vaginitis relacionada con gonorrea se considera una enfermedad de transmisión sexual. Si las pruebas de laboratorio confirman este diagnóstico, las niñas pequeñas deben ser evaluadas para ver si hay abuso sexual.

Síntomas    Volver al comienzo

Signos y exámenes    Volver al comienzo

Los síntomas vaginales los diagnostica mejor un médico. Si a usted le han diagnosticado una infección por hongos levaduriformes en el pasado, puede ensayar con productos de venta libre. Sin embargo, si los síntomas no desaparecen por completo en alrededor de una semana, asegúrese de ponerse en contacto con el médico, ya que muchas otras infecciones tienen síntomas similares.

El médico llevará a cabo un examen pélvico, el cual puede mostrar piel vaginal o vulvar roja y sensible. Se debe inspeccionar cualquier lesión o ulceración.

Por lo general, se realiza una preparación en fresco (evaluación microscópica del flujo vaginal) para identificar una infección vaginal o la proliferación de hongos levaduriformes o bacterias. En algunos casos, en un cultivo de la secreción vaginal se puede identificar el microorganismo causante de la infección.

Tratamiento    Volver al comienzo

La causa de la infección determina el tratamiento apropiado que puede incluir antibióticos orales o tópicos y/o cremas antimicóticas, cremas antibacteriales o medicamentos similares. También es posible emplear una crema que contenga cortisona para aliviar en parte la irritación. Si ocurre una reacción alérgica, puede prescribirse también un antihistamínico. Para aquellas mujeres que presentan una irritación o inflamación causada por niveles bajos de estrógeno (posmenopausia), puede prescribirse una crema tópica de estrógeno.

Para contribuir con el proceso de curación y prevenir futuras infecciones, se hace necesario mejorar la higiene perineal para aquellas personas cuyas infecciones son causadas por bacterias que normalmente se encuentran en las heces, para lo cual se pueden recomendar baños de asiento. Con frecuencia, ayuda el hecho de permitir que la zona genital esté más aireada, el uso de ropa interior de algodón (en lugar de nylon) o de ropa interior con forro de algodón en la entrepierna, permite un mayor flujo de aire y disminuye la cantidad de humedad en el área. También puede servir el hecho dormir sin ropa interior.

Nota: si se diagnostica una enfermedad de transmisión sexual, es muy importante que la pareja también reciba tratamiento, aunque los síntomas no estén presentes. Muchos organismos no producen síntomas notorios. La negativa de la(s) pareja(s) a someterse al tratamiento puede producir una reinfección continua, la cual puede finalmente (si se descuida) llevar a problemas más extensos, posiblemente limitando la fertilidad y afectando la salud en general.

Expectativas (pronóstico)    Volver al comienzo

El tratamiento adecuado de la infección es normalmente muy efectivo.

Complicaciones    Volver al comienzo

Situaciones que requieren asistencia médica    Volver al comienzo

Consulte con el médico si se presentan síntomas de vulvovaginitis o si la vulvovaginitis diagnosticada no responde al tratamiento.

Prevención    Volver al comienzo

El uso de condón durante la relación sexual puede evitar la mayoría de las infecciones vaginales transmitidas sexualmente. El uso de ropa holgada y adecuadamente absorbente, combinado con una buena higiene de la zona genital también previene muchos casos de vulvovaginitis no infecciosa.

A los niños se les debe enseñar la forma adecuada de limpiar la zona genital al bañarse o ducharse. También es de ayuda limpiarse correctamente con el papel higiénico (las niñas deben limpiarse siempre de adelante hacia atrás para evitar introducir bacterias de la zona del recto a la de la vagina).

Las manos se deben lavar muy bien antes y después de ir al baño.

Referencias    Volver al comienzo

Eckert LO, Lentz GM. Infections of the lower genital tract: vulva, vagina, cervix, toxic shock syndrome, HIV infections. In: Katz VL, Lentz GM, Lobo RA, Gershenson DM, eds. Comprehensive Gynecology. 5th ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2007:chap 22.

Sanfilippo JS. Vulvovaginitis. In: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 18th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 549.

Actualizado: 8/1/2008

Versión en inglés revisada por: Linda Vorvick, MD, Seattle Site Coordinator, Lecturer, Pathophysiology, MEDEX Northwest Division of Physician Assistant Studies, University of Washington School of Medicine; and Susan Storck, MD, FACOG, Chief, Eastside Department of Obstetrics and Gynecology, Group Health Cooperative of Puget Sound, Redmond, Washington; Clinical Teaching Faculty, Department of Obstetrics and Gynecology, University of Washington School of Medicine. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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