La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad potencialmente mortal que hace que una mucosidad gruesa y pegajosa se acumule en los pulmones y el tubo digestivo. Las personas que padecen esta enfermedad necesitan comer alimentos ricos en calorías y proteínas a lo largo del día.

Este artículo aborda las necesidades nutricionales para las personas que padecen fibrosis quística. Para obtener información específica acerca de la enfermedad en sí, ver el artículo sobre fibrosis quística.

La acumulación de moco pegajoso asociado con la fibrosis quística lleva a problemas de digestión graves, como malabsorción.

Para mejorar la digestión y la absorción de grasas, carbohidratos y proteína se recetan enzimas pancreáticas.

Las necesidades dietéticas de una persona con fibrosis quística se basan en la gravedad de los síntomas, específicamente la cantidad de malabsorción y la magnitud de la enfermedad pulmonar. El objetivo es proveer los nutrientes adecuados para alcanzar un crecimiento y desarrollo normales. Los alimentos nutritivos, ricos en proteínas y calorías son esenciales desde la lactancia hasta la edad adulta. Las necesidades de calorías y proteínas pueden ser del 50 al 100% mayores que las cantidades diarias recomendadas.

Históricamente, se fomentaban las dietas bajas en grasa para reducir los problemas de malabsorción de las grasas. Con el tratamiento de las enzimas pancreáticas, la grasa puede suministrar de 35 a 45% de las calorías, dependiendo de la capacidad de la persona para tolerarlo. Igualmente, se recomienda un suplemento multivitamínico, dado que las personas con fibrosis quística no absorben bien las vitaminas liposolubles (vitaminas A, D, E y K). Asimismo, se estimula el uso abundante de la sal, dado que las personas con esta enfermedad pierden grandes cantidades de sal en el sudor.

La complicación más seria de la fibrosis quística es la infección en los pulmones. La nutrición juega un papel muy importante en el fortalecimiento del sistema inmunitario del paciente para combatir dicha infección.

Los siguientes son los métodos para agregar proteínas y calorías a la dieta. Además de estas claves, es bueno asegurarse de que la persona esté tomando un complemento multivitamínico que contenga vitaminas A, D, E y K:

• Comer cuando se sienta hambre, lo que puede significar comer pequeñas porciones de comida a lo largo del día.
• Mantener cerca una gran variedad de comidas nutritivas. Tratar de comer algún bocadillo cada hora; probar con queso y galletas, panecillos o una mezcla.
• Hacer un esfuerzo por comer regularmente, incluso si son sólo unos bocados o incluir un suplemento nutricional o una malteada.
• Ser flexible: si no le da hambre a la hora de la cena, hacer del desayuno, de los refrigerios y del almuerzo sus comidas principales.
• Poner queso rallado en las sopas, las salsas, las cazuelas, las verduras, los purés de papa, el arroz, las pastas o las chuletas.
• Consumir leche entera, semidescremada, crema o leche enriquecida en las comidas, al igual que en las bebidas. A la leche enriquecida se le agrega polvo de leche sin grasa.
• Untar mantequilla de maní en productos de pan o usarla como salsa para verduras y frutas crudas; agregar mantequilla de maní a las salsas o usarla en panqueques.
• La leche descremada en polvo proporciona proteínas. Se recomienda agregar dos cucharadas de leche descremada en polvo a la cantidad de leche que normalmente se utiliza en las recetas.
• Agregar malvaviscos a las frutas o al chocolate caliente y agregarle uvas pasas, dátiles o nueces picadas y azúcar moreno al cereal caliente o frío o para el refrigerio.
• Una cucharadita de mantequilla le agrega 45 calorías a las comidas. Se debe mezclar con las comidas calientes como sopas, verduras, purés de papa, arroz y cereales cocidos. Se debe servir con los alimentos calientes, ya que los panes, hojuelas o panqueques calientes absorben más mantequilla que los fríos.
• La crema agria o el yogur se pueden usar en vegetales como las papas (patatas), legumbres, zanahorias o calabaza, al igual que como adobo para frutas.
• Las chuletas de carne, pollo o pescado tienen más calorías que las asadas o cocidas.
• Agregar queso extra a la pizza preparada y congelada.
• Los trocitos de huevo cocido y los cubitos de queso son sabrosos en las ensaladas rápidas.
• Servir cuajada o requesón con frutas enlatadas o frescas.
• Agregar quesos rallados, atún, camarones, carne de cangrejo, carne molida, jamón en trocitos o huevos cocidos y rebanados a las salsas, arroz, cazuelas y pastas.