MedlinePlus Información de Salud para UstedMedlinePlus Información de Salud para UstedMedlinePlus Información de Salud para Usted

 

Enciclopedia médica en español

Otros temas:  A-Ag  Ah-Ap  Aq-Az  B-Bk  Bl-Bz  C-Cg  Ch-Co  Cp-Cz  D-Di  Dj-Dz  E-Ep  Eq-Ez  F  G  H-Hf  Hg-Hz  I-In  Io-Iz  J  K  L-Ln  Lo-Lz  M-Mf  Mg-Mz  N  O  P-Pl  Pm-Pz  Q  R  S-Sh  Si-Sp  Sq-Sz  T-Tn  To-Tz  U  V  W  X  Y  Z  0-9 

Hemorragia intraventricular en neonatos

Contenido:

Nombres alternativos   

Hemorragia intraventricular (HIV) en recién nacidos

Definición    Volver al comienzo

Es un sangrado dentro de las áreas llenas de líquido (ventrículos) rodeadas por el cerebro y es una afección que se observa con más frecuencia en bebés prematuros.

Causas, incidencia y factores de riesgo    Volver al comienzo

Los bebés nacidos antes de 30 semanas de embarazo tienen el riesgo más alto de presentar dicho sangrado. Cuanto más pequeño y más prematuro sea el bebé, mayor es el riesgo de presentar hemorragia intraventricular y esto se debe a que los vasos sanguíneos en el cerebro de los bebés prematuros aún no están completamente desarrollados y son sumamente frágiles. Los vasos sanguíneos se vuelven más fuertes después de las 30 semanas del embarazo.

La hemorragia intraventricular es más común en bebés prematuros que hayan tenido estrés físico, como el síndrome de dificultad respiratoria, neumotórax o hipertensión arterial. La afección también puede ocurrir en bebés prematuros saludables que nacieron sin lesión. Este tipo de hemorragia puede desarrollarse en bebés a término, pero es muy poco común.

La hemorragia intraventricular rara vez está presente al nacer. Si ocurre, normalmente será en los primeros días de vida. La afección es bastante rara después de 1 mes de edad, sin importar qué tan prematuro haya sido el bebé al nacer.

La hemorragia intraventricular se divide en cuatro grupos, llamados grados. Cuanto mayor sea el grado, más severo será el sangrado.

Los grados 1 y 2 involucran una cantidad pequeña de sangrado y normalmente no causan problemas a largo plazo.

Los grados 3 y 4 involucran sangrado más severo, el cual presiona y se filtra dentro del tejido cerebral. Se pueden formar coágulos de sangre y bloquear el flujo del líquido cefalorraquídeo, llevando a que se presente incremento de líquido en el cerebro (hidrocefalia).

Síntomas    Volver al comienzo

Puede no haber síntomas. Los síntomas más comunes que se observan en los bebés prematuros pueden abarcar:

Signos y exámenes    Volver al comienzo

Se recomienda una ecografía de la cabeza de rutina para todos los bebés nacidos antes de 30 semanas para detectar hemorragia intraventricular. El examen se hace una vez entre los 7 y los 14 días de vida y se sugiere una segunda ecografía de rutina cerca al momento en que originalmente se esperaba que el bebé naciera. A aproximadamente el 25 por ciento de los bebés nacidos antes de 30 semanas se le habrá detectado un problema que debe ser vigilado por lo menos con ecografías adicionales.

También se podría ordenar una ecografía si un bebé prematuro tiene signos o síntomas nuevos. La hemorragia intraventricular se debe considerar siempre que la salud del bebé empeore de repente, sobre todo en la primera semana de vida. Los signos preocupantes podrían abarcar pausas respiratorias, coloración azulada o pálida, movimientos anormales del ojo, llanto chillón, convulsiones, succión deficiente y disminución del tono muscular. El conteo sanguíneo puede haber bajado. Un examen físico puede revelar una fontanela que protruye.

Se recomienda una tomografía computarizada de la cabeza si un bebé a término tiene síntomas después de un nacimiento difícil, un conteo sanguíneo bajo u otros signos de problemas de sangrado.

Tratamiento    Volver al comienzo

No hay ninguna terapia actual para detener el sangrado. Se aconseja hablar con el médico acerca de las decisiones sobre los cuidados. El equipo médico mantendrá al bebé lo más estable posible y tratará los síntomas en la forma apropiada. Por ejemplo, se puede hacer una transfusión de sangre para mejorar la presión arterial y el conteo sanguíneo.

Si se presenta hidrocefalia, se puede practicar una punción raquídea para aliviar la presión. Si la afección no puede tratarse con dicha punción, se puede requerir cirugía para colocar un tubo o derivación en el cerebro con el fin de drenar el líquido.

Expectativas (pronóstico)    Volver al comienzo

La recuperación depende de la gravedad del sangrado y de si se presentó o no hidrocefalia. Los bebés con sangrado grado I o II tienen pronósticos similares a los bebés prematuros que no tienen hemorragia intraventricular.

La hemorragia intraventricular más severa puede llevar a retrasos en el desarrollo y a problemas para controlar el movimiento.

Situaciones que requieren asistencia médica    Volver al comienzo

Las visitas regulares del médico se recomiendan durante varios años después de haberse diagnosticado la hemorragia intraventricular. El médico verificará el progreso en el desarrollo del niño y se asegurará de que el sangrado no haya dañado el cerebro.

Prevención    Volver al comienzo

A las mujeres embarazadas que estén en alto riesgo de parto prematuro se les pueden administrar medicamentos, llamados corticosteroides, para ayudar a reducir el riesgo de hemorragia intraventricular en el bebé.

En ciertas mujeres que están con medicamentos que afectan los riesgos de sangrado, se debe administrar vitamina K antes del parto.

Referencias    Volver al comienzo

Hansen TW. Prophylaxis of intraventricular hemorrhage in premature infants: new potential tools, new potential challenges. Pediatr Crit Care Med. Jan 2006; 7(1): 90-2.

Futagi Y. Neurodevelopmental outcome in children with intraventricular hemorrhage. Pediatr Neurol. Mar 2006; 34(3): 219-24.44

Gabbe SG, Niebyl JR, Simpson JL. Obstetrics - Normal and Problem Pregnancies. 4th ed. New York, NY: Churchill Livingstone; 2002:974-983.

Ment LR. Practice parameter: neuroimaging of the neonate: report of the Quality Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology and the Practice Committee of the Child Neurology Society. Neurology. Jun 2002; 58(12): 1726-38.

Actualizado: 6/1/2009

Versión en inglés revisada por: Daniel Rauch, MD, FAAP, Director, Pediatric Hospitalist Program, Associate Professor of Pediatrics, NYU School of Medicine, New York, NY. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc. Previously reviewed by Alan Greene, MD, FAAP, Department of Pediatrics, Stanford University School of Medicine, Lucile Packard Children's Hospital; Chief Medical Officer, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

A.D.A.M. logo

La información aquí contenida no debe utilizarse durante ninguna emergencia médica, ni para el diagnóstico o tratamiento de alguna condición médica. Debe consultarse a un médico con licencia para el diagnóstico y tratamiento de todas y cada una de las condiciones médicas. En caso de una emergencia médica, llame al 911. Los enlaces a otros sitios se proporcionan sólo con fines de información, no significa que se les apruebe. © 1997-2009 A.D.A.M., Inc. La reproducción o distribución parcial o total de la información aquí contenida está terminantemente prohibida.