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Enciclopedia médica en español

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Aumento de peso y nutrición neonatal

Contenido:

Definición    Volver al comienzo

Alimentarse y crecer es una de las tareas más importantes de los pequeños bebés en el hospital.

Es importante que los bebés prematuros reciban la nutrición adecuada, de manera que alcancen un peso similar al que habrían logrado si estuvieran aún dentro del útero.

Nombres alternativos    Volver al comienzo

Nutrición en el recién nacido; Necesidades nutricionales de los bebés prematuros

Información    Volver al comienzo

Los bebés nacidos de menos de 37 semanas en el útero (prematuros) tienen necesidades nutricionales diferentes de los bebés nacidos a término (38 a 42 semanas).

Los bebés prematuros a menudo permanecerán en la unidad de cuidados intensivos neonatales, donde se les hará un control cuidadoso para garantizar que estén recibiendo el balance correcto de líquidos, minerales como el sodio y potasio (electrolitos), y nutrición hasta que sus cuerpos maduren.

El control cuidadoso de la temperatura, con frecuencia en una incubadora o calentador especial, ayuda a reducir las necesidades calóricas excesivas. Asimismo, el aire humidificado (húmedo) ayuda a mantener la temperatura corporal y evitar la pérdida de líquidos.

ASUNTOS DE LA ALIMENTACIÓN

Los bebés nacidos antes de 34 semanas con frecuencia no pueden alimentarse de un biberón o de las mamas, debido a que tienen problemas para coordinar la succión, la respiración y la deglución. Además, los recién nacidos con problemas respiratorios, niveles de oxígeno muy bajos, náuseas, problemas circulatorios, infección en la sangre u otras enfermedades podrían no ser capaces de alimentarse a través de un pezón (oralmente).

Es posible que los neonatos muy pequeños o enfermos necesiten obtener su nutrición y líquidos por vía intravenosa. A medida que van creciendo y haciéndose más fuertes, pueden empezar a recibir leche materna o leche maternizada por medio de un tubo pequeño, insertado a través de la nariz o la boca hasta el estómago (alimentación por sonda nasogástrica). Los bebés prematuros son alimentados en forma muy lenta para reducir el riesgo de adquirir una infección intestinal llamada enterocolitis necrosante.

Los bebés que son menos prematuros (nacidos en o después de 34 semanas de gestación) a menudo pueden ser alimentados de un biberón o del seno de la madre. Algunas veces, es más fácil para un bebé prematuro tomar leche materna bombeada desde un biberón con un agujero grande en la tetina o pezón que del seno de la madre.

NECESIDADES NUTRICIONALES

Los bebés prematuros pierden más agua a través de la piel o vía respiratoria que los bebés nacidos a término. Asimismo, los riñones en un bebé prematuro no han madurado lo suficiente como para adaptarse a la presencia de demasiada o muy poca agua en el cuerpo. Estos bebés pueden deshidratarse o hidratarse demasiado. En el hospital, los trabajadores de la salud revisarán la orina de los bebés prematuros para asegurarse de que haya un equilibrio entre la ingesta de líquido y la producción de orina. También se hacen exámenes de sangre para vigilar los niveles de electrolitos.

La leche materna es la dieta recomendada para la mayoría de los bebés, cuando sea posible, incluso aquellos nacidos en forma prematura y con muy bajo peso. Las investigaciones sugieren que la leche materna protege a los bebés contra infecciones y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

Si no es posible que el bebé tome leche materna, se pueden usar leches maternizadas especiales para bebés prematuros. Estas leches tienen una cantidad más alta de grasa y proteína para satisfacer las necesidades de crecimiento especial de estos bebés. Una vez que los bebés alcanzan las 34 a 36 semanas de gestación, se les puede cambiar a la leche maternizada regular.

La mayoría de los neonatos necesitan de 100 a 120 calorías por kilogramo de peso al día (cal/kg/d) para crecer adecuadamente. Los bebés que tienen problemas de salud pueden requerir nutrición adicional: hasta 160 a 180 cal/kg/d.

Los bebés prematuros no han estado en el útero el tiempo suficiente para almacenar los nutrientes que necesitan y normalmente deben tomar suplementos. Los bebés que están lactando pueden necesitar un suplemento llamado fortificador de leche humana o leche maternizada en polvo agregada a la leche materna. Este suplemento contiene la proteína, calorías, hierro, calcio y vitaminas adicionales que los bebés prematuros necesitan. Es posible que aquellos bebés alimentados con leche maternizada necesiten tomar suplementos agregados de ciertos nutrientes, incluyendo las vitaminas A, C y D, y ácido fólico. Igualmente, será necesario que algunos bebés que nacieron en forma prematura continúen tomando suplementos nutricionales después de salir del hospital.

AUMENTO DE PESO

En la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), se pesan los bebés todos los días. Es normal que los bebés pierdan peso en los primeros días de vida y la mayor parte de esta pérdida corresponde al peso del agua. La mayoría de los bebés prematuros debe empezar a aumentar de peso a los pocos días de nacidos.

El aumento de peso deseado depende de la talla, edad gestacional y salud del bebé. Podría ser tan poco como 5 gramos al día para un bebé pequeño de 24 semanas o 20 gramos al día para un bebé mayor de 33 semanas.

Una regla práctica que algunas veces se aplica durante parte de la estadía en el hospital es que un bebé debe aumentar un cuarto de onza cada día por cada libra que pese. (Esto equivale a 15 gramos por kilogramo). Los bebés prematuros no salen del hospital hasta que estén subiendo de peso en forma permanente y hayan alcanzado aproximadamente dos kilogramos en peso.

Después de cada alimentación, los bebés deben parecer satisfechos y deben tener de 1 a 6 deposiciones y de 6 a 8 pañales mojados cada día. Las deposiciones acuosas o con sangre o el vómito regular podrían ser una señal de un problema.

Referencias    Volver al comienzo

Adamkin DH. Feeding problems in the late preterm infant. Clin Perinatol. December 2006;33:831-837.

Adamkin DH. Nutrition management of the very low-birthweight infant. NeoReviews. December 2006;7:e602-614.

Clark RH, et al. Nutrition in the neonatal intensive care unit: how do we reduce the incidence of extrauterine growth restriction? Journal of Perinatology. June 2003:23:337-44.

Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF. Nelson Textbook of Pediatrics. 17th ed. Philadelphia, Pa: Saunders; 2004.

Rigo J, Senterre J. Nutritional needs of premature infants: current issues. J Pediatr. November 2006;149(Suppl):S80-S88.

Actualizado: 6/1/2009

Versión en inglés revisada por: Daniel Rauch, MD, FAAP, Director, Pediatric Hospitalist Program, Associate Professor of Pediatrics, NYU School of Medicine, New York, NY. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc. Previously reviewed by Alan Greene, MD, FAAP, Department of Pediatrics, Stanford University School of Medicine, Lucile Packard Children's Hospital; Chief MedicalOfficer, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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